domingo, 25 de agosto de 2013

La artimaña como técnica de supervivencia

Cuando el homínido abandona los bosques y sale a la inhóspita sabana, ya no tiene la protección que le
daban los árboles y debe defenderse de los predadores y a su vez él mismo cazar animales, a los cuales es más difícil acercarse sin que lo perciban. Se dice que en ese momento se empezó a desarrollar la artimaña en
el hombre, el engaño que le permitiría defenderse y sobrevivir en un terreno descampado que ahora era su hábitat. Así que, parecería ser, que la técnica de la simulación y el engaño tiene su raíz en la necesidad de supervivencia. Supongo que por eso nos indigna tanto. En última instancia, tal vez pensemos que quien nos engaña nos quiere "cazar" o por lo menos quiere sacarnos algo, que en definitiva sería "cazar" algo de lo que poseemos, alguna de nuestras pertenencias, materiales o ideológicas, pueden, por ejemplo, querer cazar nuestro voto o nuestra aceptación y simpatía. La hipocresía tal vez sea una variante light pero no menos efectiva que el engaño, o más bien un caso particular de éste. Cuando la hipocresía la ejercita un ser  instruido es muy difícil de detectar, incluso y con frecuencia para la misma persona que la ejerce. La buena o mala noticia es que todos tenemos ese rasgo que viene desde que somos hombres y que lo practicamos en mayor o menor medida día a día en nuestro personaje social que siempre es bien distinto al personal. La buena o mala noticia, es que muchas veces no somos conscientes de esa práctica y nuestro discurso sincero se entremezcla en forma compleja con el discurso ideológico. Hay dos mecanismos para trabajar la hipocresía inconsciente: reflexionar constantemente sobre uno mismo viéndonos como actuamos, y la otra contrastar nuestro discurso con nuestras acciones. La hipocresía consciente, por su misma naturaleza no requiere cura, mas bien perfeccionamiento, ya que es una herramienta estratégica de supervivencia, y es
un arma complicada de manejar en sociedad ya que suele volverse en contra al disminuir la confianza, que es la contracara de la hipocresía y otra arma social poderosa si las hay. El hombre ya no corre por la sabana, aunque muchas veces su comportamiento indique que sí lo hace, vive en sociedades complejas en un mundo complejo, todo aquel que trata de hacer encajar su realidad personal y social en un esquema reduccionista de verdad-mentira, bueno-malo, amigos-enemigos, entra en un conflicto permanente con su entorno y con él mismo, conflicto en que siempre lleva la peor parte.

domingo, 11 de agosto de 2013

Elecciones

Pensaba hacer una encuesta entre todos mis amigos, familiares y conocidos para que me digan a quién les gustaría que yo vote en las próximas elecciones. Sería una forma de, por una vez, priorizar los afectos por sobre la ideología política.
Ahora se celebran las elecciones PASO, a falta de tiempo para hacer la encuesta que mencionaba antes, voy a votar al partido de Victoria Donda, pero bien podría votar al de Terragno, o al de Massa, mi idea es votar un partido no muy alejado de mi ideología y que compense la cantidad de legisladores oficialistas que hay actualmente, eso basado en un principio republicano. Si fuesen elecciones presidenciales, votaría al gobierno actual, miro para los costados al escribir esto, en mi entorno es un poco sacrílego confesar esto. ¿Por qué lo votaría si le reconozco corrupción e hipocresía y creo que muchas, no todas, de las críticas que se le hacen son ciertas? 
Porque no hay nada mejor, y lo que parece mejor no me parece que vaya a ser mejor cuando asuma el poder, ya sea porque no puedan o no quieran, ya sea porque no los dejen o porque no se animen. 

Esto es una creencia, siempre el voto y la ideología política se basa en una creencia. Estos argumentos racionales que intento dar no tienen mayor valor, son excusas. Ahora en el Gobierno hay un poder, equivalente a los de los grandes grupos económicos, de hecho, ellos son un gran grupo económico, hay conflicto entre esos poderes, por intereses y también ideológicos, no todo es un comercio persa como algunos creen, la ideología entra en juego permanentemente y pesa mas que el dinero, en el fondo pesa mas. Pero esa puja de poderes es mejor que el poder único, no es lo mejor ni lo deseable, pero es mejor que el poder este repartido, aunque sea entre dos. 
Mi análisis es relativo, no comparo con Dios, si no, con el hombre, y el hombre cercano, primero el hombre argentino y después el hombre mundial. Si me hablan de corrupción no me fijo en lo que dice la biblia, veo al hombre y sobretodo a mi mismo, ¿qué hago yo para luchar contra mi propia corrupción interna? ¿cuánto esfuerzo hago para no caer? Semáforos en rojo, violación a las leyes, falta de consideración al otro, estamos llenos de eso, ¿por qué nos indignamos tanto de la corrupción política? ¿Por qué nos excluimos de esas miserias si las vemos y las practicamos a diario? Hay que trabajar mas en uno mismo y menos en la crítica hacia afuera, los dirigentes no son extraterrestres, salen de la sociedad. 

Yo quisiera algo mejor que el gobierno que tenemos, pero aun no logramos armarlo, quiero pensar que estamos en una etapa previa, de transición, y que después de esta división ideológica podamos lograr algunos acuerdos comunes, unas pocas cuestiones de base en las cuales todos estemos de acuerdo, esos acuerdos de fondo son lo que van a permitir implementar políticas a largo plazo, políticas de país en vez de políticas partidarias.